Ansioso en el dentista
Si al asistir al dentista usted se siente ansioso, o con miedo, no se sienta culpable, reconocerlo es parte de la solución, pero a la vez, es importante que no sea usted mismo un factor en contra de la solución.
Es importante superar el miedo al dentista porque ello implicará acceder a una mejor condición de salud bucal y mental. En resumen, a recobrar su armonía.
El miedo al dentista aflora como una emoción o sentimiento cuando nos enfrentamos nuevamente a los tratamientos dentales que hemos dejado suspendidos o inconclusos, nos enfrentamos a aquello que nos agobia.
El manejo y la expresión emocional suya cuando usted le dice al dentista que tiene miedo y el pedir que él mismo nos ayude, es parte de la solución ya que hace que este se involucre en el problema.
No hay que tener vergüenza de pedir ayuda al dentista, porque de lo contrario él no se dará por enterado de lo que a usted le ocurre y ello debe ser no solo en lo dental, sino también en sus emociones.
Miedo real y miedo imaginario o subjetivo
El miedo puede ser real cuando estamos frente a la amenaza o a aquello que nos produce una amenaza. No solo debemos controlarnos nosotros mismos, recuerde que la autoayuda es una herramienta potente en el manejo del miedo al dentista.
Converse con su dentista para que se preocupe de realizar tratamientos controlados y no situaciones no conocidas y sin control que puedan estresarlo o asustarlo más. El hecho de que haya personas que no tenían miedo al dentista y ahora lo tienen, se debe a que se han sentido inseguras, han sentido dolor o simplemente se han sentido amenazadas ante lo imprevisto e impensado.
Si su deseo es no volver a vivir experiencia dentales negativas o traumáticas, converse con el dentista y pida que haga todos los esfuerzos posibles para que así sea.
Ansioso en el dentista
El miedo puede ser imaginario o subjetivo porque creemos que nos va a doler aunque no nos hayamos atendido siquiera. El miedo se aprende y también la sociedad misma nos va subconscientemente incorporando esos miedos. Confíe en sí mismo y en las capacidades que usted tiene para de salir del problema del miedo al dentista.
Use pensamientos positivos en vez de negativos que solo destruyen. Propóngase, diga yo quiero, yo puedo. Hay que construir confianza, dar y darse oportunidades. El autoengaño o mentirse a sí mismo no soluciona el miedo. Atrévase a reconocerlo y supérelo.
Las técnicas llamadas de desensibilización funcionan acercándose y enfrentando reiteradamente el miedo, llega un momento que no nos influye.
El miedo puede gobernar nuestras vidas y tomar el control de la misma o llegar a la destrucción de toda la dentadura.
Sea capaz de desarrollar la capacidad de lograr el control mental del mismo. Cuando estamos enfrentados a la situación del miedo mismo, es cuando más tenemos que mostrar y demostrarnos que tenemos valor.
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